Compartirá algunos de los principales resultados de las investigaciones que ha venido haciendo durante más de 30 años con dos propósitos complementarios: por un lado identificar algunas de las principales deficiencias que parecen tener muchos de los procesos educativos que los colegios y las universidades ofrecen hoy en Colombia, y por el otro los cambios más fundamentales que habría que hacer en dichos procesos para subsanarlas.
Todas las investigaciones que ha hecho en este campo se han inspirado y guiado por una firme convicción: que para poder identificar estas deficiencias y sus correctivos es esencial conocer en profundidad cómo están viviendo los estudiantes los procesos educativos que les estamos ofreciendo. Por eso los estudiantes han sido siempre, desde un principio, sus co-investigadores. Han sido entonces ejercicios de investigación-acción-participativa.
El principal recurso que ha utilizado para conocer la verdad sobre las vivencias de los estudiantes ha sido pedirles que escriban sus propios testimonios en los que expongan algunas de las experiencias concretas que revelen las deficiencias que cada uno percibe y siente en la educación que recibe, junto con los efectos más nocivos que estas deficiencias estén teniendo en su vida como persona y como estudiante.
Tres de las principales conclusiones a las que ha llegado a partir de la cuidadosa lectura que ha hecho de los centenares de testimonios que ha recogido son:
- Muchos de los procesos educativos que se tienen hoy institucionalizados en Colombia están contribuyendo más a la malformación que a la formación ética de los estudiantes;
- Una de las condiciones más importantes que explican lo anterior parece ser la importancia tan desproporcionada que se le da a la educación actual de ‘enseñar’ conocimientos, desatendiendo por eso la dimensión formativa, a la que se le debería dar absoluta prioridad en todo proceso educativo; y,
- La condición necesaria y suficiente para que la educación que se ofrece contribuya a mejorar la formación ética de cualquier persona, y que con ella se promueva en cada estudiante realizar el trabajo que solamente él/ella puede hacer –porque es un trabajo que nadie puede hacer por nadie- para avanzar en su autoconocimiento.
El profesor Sanz de Santamaría hará en su presentación la lectura comentada de algunos de los testimonios que ha recibido y que ilustran la naturaleza de las evidencias que lo han conducido a estas tres conclusiones, entre otras.
Alejandro Sanz de Santamaría es profesor titular de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. A lo largo de sus más de 40 años de experiencia como profesor desarrolló una ferviente convicción por el estudio, la disrupción y la mejora de los procesos formativos que hacen parte de los programas de educación actuales. Algunos de los artículos de investigación, textos y libros que han contribuido a este proceso incluyen: Reflexiones sobre la dimensión formativa en la Educación, Los problemas humanos que genera e ignora la educación que estamos dando , Educación para el desarrollo y la paz – ¿Instigamos la violencia con la educación que estamos dando?, Proyecto de investigación-acción: Can ethics be taught?, On the harmful effects of education, La ética es acción, no reflexión: ¿qué ética estamos enseñando con la acción educativa? y Human values education. De igual manera, Alejandro ha logrado hacer uso de la investigación académica como herramienta de impacto para el país.
Alejandro obtuvo su Ph.D. en Economía de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos) y una maestría y un pregrado en Ingeniería Industrial de la Universidad de Cornell (Estados Unidos). Ha trabajado como consultor para el British Petroleum, el Banco Santander, Indupalma SA, el Colegio Gimnasio Moderno, el Ministerio de Hacienda y el Crédito Público y previo a iniciar su carrera como profesor se desempeñó como Director de Desarrollo Organizacional en la Compañía Colombiana de Seguros y como Gerente General del Fondo Rotatorio de Aduanas del Ministerio de Hacienda. De igual manera, ha participado como miembro de Junta del Gimnasio Moderno y miembro de la Junta Directiva de la Fundación Corona y de la Universidad del Rosario.